sábado, 25 de febrero de 2017

Forced To Fight (2011) Una a la antigua... o casi



Para el año 2011, Gary Daniels estaba disfrutando una pequeña resurrección. Tras años en producciones alejadas del género de acción, su aparición en The Expendables había revitalizado su carrera, y le había concedido papeles de villano en producciones como Hunt To Kill (de la WWE con el grandote Steve Austin), Game of Death (con Wesley Snipes y Zoe Bell) y la tailandesa The Lazarus Papers.

Fue el estudio canadiense Capital Arts Entertainment el que le volvió a ofrecerle un protagónico que llamara su atención. Con las secuelas de Timecop y Turbulencia como grandes hitos de su filmografía, la productora ofrecía filmar en Rumania como si fuera EEUU. Nada fuera de lo ordinario, salvo por que después de una década (desde que encarnó al capitán Anthony Strong, un James Bond baratieri craneado en otro estudio canadiense), volvía a tener un papel principal.

La película narra la historia de un ex peleador de luchas ilegales que es forzado a volver al ring para saldar la deuda de su hermano menor. No es una trama original, y no vamos a ver a Gary Daniels luchando como nunca. Pero estamos ante su mejor actuación. No repartiendo, sino justamente actuando.

Como compañía del rubio, del hermano hace Arkie Reece, un actor bastante ignoto que como papel destacable tiene un secundario muy secundario en Dracula: Untold. La rubia Alexandra Weaver hace de su esposa, a quien se le puede destacar un bolo en Holby City (la versión UK de ER Emergencias) y su venidera aparición como la Dama del Lago en King Arthur: Excalibur Rising, la cual NO es la de Guy Ritchie, sino uno de las producciones paralelas que se filmaron (o se van a filmar de acá al estreno de la producción hollywoodense). Por ahí también aparece en un secundario Philip Granger, un actor con más recorrido que los anteriores, mayormente en TV, y que ya había coincidido con Daniels en White Tiger.

La perla de la película, más allá de la gran actuación de Gary, es el papel de villano de Peter Weller. Lejos de dormir en pantalla para justificar su cheque, Weller encarna al organizador del circuito ilegal de manera cínica y cayendo poco agradable. Una gran performance para complementar la del protagonista.

Forced To Fight no tiene estreno en nuestro país en ningún tipo de formato o plataforma. Por España tampoco ha pasado.